martes, 5 de marzo de 2013

Respeto en construcción



1.

          Julia: –Soy juguetona con los hombres. Bah, juegan conmigo…. a las escondidas. Los persigo, y después no los veo más.

          Rafa: –¿Qué te hacés, Julia? Si vos sos la que siempre los deja.

          Julia: –Nada que ver. ¿Te acordás de Tino?

          Rafa: –Tremendo drogadicto. Agradecé que te dejó. Te salvó de ir a la cárcel.

          Julia: –¿Y de Martín?

          Rafa: –Homosexual.

          Julia: –Nada que ver. Sólo era sensible.

           Rafa: –Dios mío, Julia. ¿Te acordás de la primera vez que fuiste a la casa?

           Julia: –Me shockeó un poco porque no lo conocía, pero no es gay.

           Rafa: –Julia, tenía un cuarto rosado. ¡¡¡Rosado, por dios!!! Yo estoy con hombres y no hago eso.

          Julia: –Pero es porque era de la hermana. Después lo iba a pintar.

          Rafa: –Te diría que está en el clóset, pero ni siquiera. Está en el cuarto. Rosado.

          Julia: –Bueno, por lo menos ahora somos amigos. Y a Enzo lo dejé yo.

          Rafa: –¿Quién es Enzo?

         Julia: –Mi ex novio imaginario.

2.

                Julia cortó el teléfono. Agarró unos cereales de la cocina, prendió la compu y se puso a mirar Cualca. Vio videos toda la tarde.

                Pensó en llamar a Mauro, pero no valía la pena. Sus amigos no la iban a ayudar en esto. Si quería descubrir cómo dejar de atraer sólo a homosexuales o drogadictos, tendría que hablar con alguien que supiera. Pensó en sus amigas. 


                












                Pero ninguna le servía. Todas atraían al mismo tipo de hombres que ella (varias veces, a exactamente el mismo tipo). 


                En eso estaba, cuando recibió una llamada de una de ellas: Lore.  


                Lore era como una barbie de pelo negro.  Julia era más bien como La Señora Cara de Papa, pero soltera. Lore se ponía una remera vieja, y le quedaba como si fuera un vestido de fiesta. Julia se ponía un vestido de fiesta, y le quedaba como si fuera una cortina. Lore no hacía nada para parecer linda, pero lo era igual. Julia no hacía nada para parecer una cortina, pero lo era igual. 

                Lore: –Tengo algo para contarte. 

                Julia:  –Dale, decime. 

                Lore: –Después te digo. 

                Julia: –Dale, ¿con quién saliste ahora?

                Hubo un silencio. 

                Lore: – No puedo hablar. Cuando puedas vení a lo de mis tíos.

3. 

            Lore y Julia se habían conocido en la escuela. Ahora, ella vivía en España. Hacía tiempo que estaba juntando plata para volver a Uruguay. Julia no la veía hacía años. Y, cuando le abrió la puerta, tampoco la vio. Era como si estuviera adelante de otra persona.
Por primera vez, la remera que tenía puesta le quedaba mal. Y no tenía el cutis perfecto de siempre. Una cicatriz le rodeaba la mejilla.

            Caminaron por el pasillo. El cuarto de los tíos de Lore estaba abierto. Los vio durmiendo. Llegaron al de ella. Conociéndola, Julia pensó que habría ropa tirada por todos lados. Pero no. La valija estaba en el centro, llena.

           Lore: –Voy a volver a España. 

           Julia: –¿Qué? Pero si recién viniste... 

           Lore: –Por eso mismo. 

           Julia: –¿La estás pasando mal? ¿Qué pasó?

           Lore se puso a llorar. 

           Lore: –Fui a ver carnaval. 

           Julia: –¿Tan malo fue?

           Lore sacó un papel de un cajón. Era un pedazo de diario: 

              (...) La joven concurrió con algunas amigas al corso vecinal que se llevó a cabo en el barrio Pocitos. En tales circunstancias y cuando la muchacha se encaminó a comprar un refresco a un negocio de las inmediaciones, fue interceptada por tres individuos que, a base de amenazas, la raptaron y obligaron a caminar varias calles, hasta que fue introducida en una obra en construcción.


                 Julia siempre tenía algo para decir. Pero cuando leyó eso, se quedó callada. Y Lore siempre estaba perfecta, pero ahora lloraba sobre la valija. Y así se quedaron un tiempo.

Referencias: 















         
















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